Trabajador del conocimiento vs Trabajador del aprendizaje
Hace unos días estaba disfrutando de un impagable post en el blog de Jerónimo Sánchez titulado “El sorprendente futuro del trabajo”, donde Jerónimo describe los cambios que nos vienen y aboga por convertirnos en “trabajadores nómadas del conocimiento” como solución para enfrentarnos a los entornos VUCA que vivimos y viviremos. Me llamó la atención una expresión especialmente brillante y que me encantó. “Actitud Knowmad”
Me he levantado un poco osado y me gustaría proponeros una matización a la definición de Jerónimo, que completa la original de Peter Drucker sobre el trabajo del conocimiento y cambiarla por “trabajadores nómadas del aprendizaje”
-¿También vas a matizas a Drucker?
– ¡Hombre! Igual me estoy pasando… 😉
Drucker nos habla del cambio del modelo productivo. El paso del trabajo industrial al trabajo del conocimiento, algo que utilizamos mucho los blogueros de GTD en nuestros post. Por resumir, es el “saber” y no el capital, el recurso clave. Un recurso que no puede ser comprado con dinero ni creado por capital de inversión.
Después de Drucker, hemos vividos más acontecimientos. A la crisis del sistema industrial, le ha seguido una crisis del modelo financiero bestial tras la caída de Lemann Brothers y ahora estamos poniendo en duda el modelo político, surgen nuevos actores…
Tras cada crisis hay una reconversión o una revolución, pero en este caso debe ser una revolución interna donde si queremos ser responsables de nuestro futuro debemos desarrollar una sola habilidad. El aprendizaje.
El conocimiento está ahí, ya no está en los libros, ni en las universidades, ni en los jefes… El contenido en la red se duplica anualmente, tienes infinidad de formatos para aprender de manera gratuita o a bajo coste desde cualquier lugar, aprovechando el viaje en metro, en las diferentes salas de espera que padecemos….
Traigo aquí una cita de Jorge Valdano que me encanta “la jugada de gol ni se crea ni se destruye, está ahí, solo hay que encontrarla”
Es un concepto similar. Lo importante no es el conocimiento en sí; es la búsqueda del conocimiento, de las habilidades necesarias para sobrevivir en estos entornos VUCA, de que el mundo no nos pille “a pié cambiado”, de encontrar la jugada de gol ante un equipo encerrado atrás y muy agresivo.
Estamos en la economía del talento, en el trabajo colaborativo, en la inteligencia colectiva…El conocimiento pertenece a todos, se crea entre todos, está al alcance de todos.
En el fondo la revolución que está sucediendo tras estas tres crisis es la revolución de las personas.
Como intraemprendedores no podemos quejarnos de que tenemos la bicicleta vieja (nuestra organización) y pretender poner la gama top de Shimano a un cuadro de hierro.
Si las personas no entrenan, no cuidan la dieta, la bicicleta no anda por mucha tecnología que le pongas.
Lo que mueve la bicicleta son las personas. Si conseguimos que la bicicleta ande y ganar algún premio igual en el futuro tendremos una de carbono.
Por eso me gusta más la expresión “trabajador del aprendizaje” frente a «trabajador del conocimiento» porque nos hace actores responsables de nuestro propio desarrollo y dueños de nuestro futuro independientemente de los cambios que nos sobrevengan.
Y tú ¿Qué opinas? ¿Te apuntas a la Actitud del Aprendiz?
Me gusta la idea, aunque entiendo que «aprendizaje» es más una actividad y «conocimiento» una materia prima, motivo por el que Drucker lo utiliza frente a otras alternativas como, por ejemplo, trabajador del metal. En cualquier caso, coincido contigo en que la clave reside más en el aprendizaje como hábito que en conocimiento como materia prima, así que cualquier iniciativa encaminada a esa toma de conciencia tan necesaria cuenta con mis simpatías.
Un abrazo
Muy buena la aclaración José Miguel, siempre tan didáctico.
A ver si no salen las consultoras con la «gestión del aprendizaje» 😉
Mil gracias por pasarte por el blog
Abrazo
Cuantas veces intento convencer a muchos empresarios «a la antigua usanza» que el mayor capital de una empresa son las personas y con ellas el conocimiento, el saber hacer. Si el empresario está convencido de ello, valorará a esas personas y éstas estarán dispuestas a desarrollar ese conocimiento, querrán aprender, formarse y aportar un mayor «capital» en esa empresa.
Estoy totalmente de acuerdo con tu artículo, pero ahora hay que conseguir transmitirlo a todas las esquinas.
Kaixo Aurkene!
Cómo bien transmites, la labor de la asesoría va más allá de los números.
Sois claves en la transformación de vuestros clientes y se nota quienes tenéis esa «Actitud Knowmad» que definía jerónimo.
Gracias por aportar.
¡100% de acuerdo! Yo incluso iría un poco más lejos «Trabajador del aprendizaje» con disciplina.
Muchos quieren aprender varias cosas a la vez, y parece que no funciona.
Muchos quieren aprender rápido, y parece que no funciona.
Muchas quieren aprender una sola vez, y parece que no funciona.
Me subo a la bici … y si puede ser de carbono … para seguir pedaleando, amigo 😉
Hola Ana!
Me encanta el matiz. La disciplina está infravalorada. Se prefieren términos como «formación contínua» que parece que requiere menos esfuerzo. Estamos demasiado acostumbrados a «se un experto en…………en 5 sencillos pasos» «aprende………en 4 semanas» y es que el copy tiene su peligro.
Muchas gracias por pasarte. Tenemos que ponernos al día.
Abrazo
Querido Miguel:
Claro que me apunto a la actitud del aprendiz!!!….de eso tu tienes mucha culpa, y cada día más convencido. Convencido de aprender un poquito cada día, convencido de observar los cambios, aceptar y HACER. y sobre todo HACER HACER HACIENDO…ja,ja,ja…
Grande Javier!
Tienes mucha ventaja en la capacidad de observación y en la intuición.
No la pierdas!
Me ha gustado este artículo, más que nada porque el momento coincide con mi propia evolución. Desde hace poco he dejado de hablar de trabajadores de conocimiento y hoy en día también utilizo el término «trabajador de aprendizaje» o «trabajador de innovación»
Hola Jeroen!
Me encanta oir esto de un pionero y maestro. Compro lo del «trabajador de innovación» por lo que supone de proactividad, de pensar, de estar presente en el trabajo para detectar oportunidades y no ser un zombi. Esa es la esencia de los intraemprendedores.
Muchas gracias por aportar en HHH
Muchas gracias por la mención, Miguel. Un honor 🙂
Me encanta cómo se complementa el concepto de «trabajador del conocimiento» con tu «trabajador del aprendizaje». Independientemente de cómo lo llamemos, lo que está claro es que las viejas «actitudes» laborales heredadas del siglo XX, y aún diría actitudes pre-crisis, ya no sirven para enfrentarnos a lo que nos espera. Sin generar conocimiento, sin capacidad de aprendizaje, sin deseo constante de innovar como dice Jeroen, será difícil sobrevivir en la economía del siglo XXI.
Un abrazo / Jero
Hola Jero:
Me quedo con tu «Actitud Knowmad» que recoge muy bien todo y tiene esa parte de iniciativa, ganas de aportar…
Como canta Lokillo «por que no muere jamás tu rock and roll actitud»
Gracias por pasarte.
Un abrazo
Hola Miguel:
Tu post me dejo pensando tanto en el concepto de Knowmad, como en el conocimiento y en el aprendizaje.
Dado los entornos de incertidumbre la actitud de aferrarse a lo que sabemos hacer (conocimientos) no son garantía de éxito. Por otra parte, estar aprendiendo es abrir ventanas y posibilidades. Sin embargo lo correcto, a mi modo de ver las cosas, pasa por la creación de valor. Y puedes crear valor con tus conocimientos o con tus nuevos aprendizajes.
Dada esta dinámica, el estar aprendiendo resulta vital para la creación de valor. Pero por sobre todo ayuda a viajar ligero de equipaje, sabiendo que lo fundamental no es ni tu trabajo actual, ni tus nuevos conocimientos, sino la capacidad que tengas de transformar conocimientos previos, más aprendizajes significativos en creación de valor en los nuevos contextos que puedas explorar.
Hola Roberto!
Muy de acuerdo en poner el foco en la creación de valor. Por eso me gusta tanto el concepto de «Actitud Knowmad» de Jero, porque no es obtener un conocimiento sin más ni aprender por aprender. Aprendemos para…
Como intraemprendedor, considero que la actitud de búsqueda, de aprendizaje, de ir con los ojos abiertos, es la que nos conduce al conocimiento y a la creación de valor que propones; a conseguir esas conexiones tan interesantes que nos conducen (a través de un tiempo) de un concepto que descubrimos de manera casual a vernos a los x meses aplicándolo de forma creativa en nuestro trabajo.
Un lujo tenerte por aquí.
Yo soy más práctico, creo más en el conocimiento aplicado y es lo que hace tan atractivo la revolución que estamos viviendo hoy, sin embargo como hay tanto conocimiento a un solo clic, muchos nos estamos convirtiendo en verdaderos glotones, aprendemos y aprendemos de todo y nunca aplicamos.
Lamentablemente, estamos cayendo en el mismo error de la educación tradicional, enseñar por enseñar. Un montón de conocimiento inútil, que no sirve para nada, pero hay que aprenderlo porque vas a ser más culto.
Cultos y muertos de hambre, ese es el reflejo de la crisis actual, un montón de gente desempleada, porque recibió una educación inútil.
Tienen un montón de conocimiento para aprender y luego aplicar, pero como fueron programados para ser empleados, verdaderos robots, que solo saben hacer lo que les programaron en el cerebro.
Hola Nestor;
Gracias por comentar. Veo por tu web que eres un Knowmad experto.
Cómo dices, la practicidad del aprendizaje es importante, tanto que acaba siendo parte del knowmad.
Creo que muchos hemos evolucionado de la glotonería que comentas a la practicidad.
El problema lo tiene el que no comienza…de ahí que me guste lo de «Actitud Knowmad»
Jerónimo nos habla además en el post que ocasiona mi reflexión, que «la efectividad no es una habilidad, es una forma de vivir» y esa efectividad definida como hacer bien las cosas correctas, incluye tu sentido práctico.
Un abrazo!
Implementar los nuevos cambios para actualizar los ya existentes, es como asumir todo un reto. Me pregunto ¿En que lugares geográficos, esto es más adaptable? ¿Es lo mismo en la zona urbana o en interior? Es muy probable que estos cambios se puedan hacer de manera transicional o sea poco a poco.
«Un buen comienzo es adaptar bien la productividad laboral para comenzar una empresa»